
La fachada es considerada como el mejor ejemplo románico, con influencia greco-romana, de cuantos existen en el mundo. Consta de una portada con arco de medio punto y arquivolta figurada apoyada en dos columnas, y rematado el conjunto por un magnífico friso en altorrelieve que representa la revelación apocalíptica de San Juan Evangelista, según la cual cuatro animales rodeaban a un Sedente sobre un trono, y a ellos circundaban ancianos. Es la visión de Jesucristo como Juez del mundo en el final de los tiempos, con el Libro de la Verdad y la Vida, rodeado por el Tetramorfos de los Evangelistas y los doce Apóstoles guardando las doce puertas de la Jerusalén celeste.