CLAUSTRO SUPERIOR MONASTERIO
SAN ZOILO
A partir del mes de octubre de 1999, en que aparecieron diversos restos románicos, se ha podido avanzar de modo considerable en el conocimiento de la realidad material de la desaparecida iglesia románica. Sabemos que era un edificio de planta basilical, de tres naves, cada una de ellas con cuatro tramos, y un transepto no destacado en planta cuyo tramo de crucero muy probablemente fue coronado por un cimborrio.[3]
Lo más sobresaliente del conjunto es el claustro, proyectado por Juan de Badajoz el Viejo en 1537 y concluido en 1604 con la participación de importantes artífices que levantaron sus muros y labraron su profusa ornamentación de padres de la Iglesia, profetas, patriarcas, jueces, sacerdotes, heroínas, así como personajes del Nuevo Testamento -apóstoles y evangelistas — y civiles — reyes, reinas, emperadores y emperatrices — además de pontífices, cardenales, doctores, monjes, y santos. De dos alturas, el claustro inferior se articula con cinco arcos apuntados entre gruesos contrafuertes prismáticos, mientras que el superior se abre con arcos de medio punto.
El claustro se comunica con la iglesia a través de un portada (6) en arco rebajado entre columnas abalaustradas