miércoles, 25 de abril de 2012

PUERTA DE LAS PROCESIONES CLAUSTRO M.S.ZOILO

PUERTA DE LAS PROCESIONES CLAUSTRO
MONASTERIO SAN ZOILO.

La Puerta de las Procesiones es de forma abocinada, arco rebajado, con ornamentación de tramados cruceros y elegantes cintas, clara reminiscencia medieval. A los lados, sendas columnas balaustradas con pilastras corintias adosadas rematadas con los clásicos candelabros llameantes platerescos. En las enjutas hay dos medallones en relieve: la sibila Europa (de una finura clásica exquisita) y el profeta Daniel, vestido a lo contemporáneo. En el tímpano hay otro medallón con una alegoría de la Eucaristía (un pelícano que alimenta con su propia sangre a sus polluelos). El tímpano se remata con un magistral crucifijo. El conjunto se conserva casi íntegro y como recién acabado.
En cada galería se abren cinco arcos ojivales apoyados en pilastras, con un friso de bellas formas platerescas, y a su vez sobre un muro de sillería corrido. Esto hace veinticuatro tramos, cada uno con su bóveda. Una amplia imposta labrada recorre todo el muro. Como colgando de ella, surgen las ménsulas historiadas, adornadas con relieves escultóricos de variable valor artístico, de donde arrancan los nervios que forman las bóvedas, de crucería, con los terceletes resaltados.

DETALLE DECORACIÓN CLAUSTRO M.S.ZOILO

DETALLE DECORACIÓN CLAUSTRO
MONASTERIO S. ZOILO:


En cada una de las veinticuatro bóvedas, los nervios o arcos que arrancan de las pilastras exteriores y de los capiteles del muro interior, forman un cuadrado de cuyo centro cuelga la clave principal, con un medallón esculpido. De los vértices de este cuadrado cuelgan otras cuatro claves con sendos medallones también, y en los lados otras cuatro claves ornamentales más pequeñas rodeando a la principal. Los espacios de los cuadrados, los terceletes y el resto de la bóveda están decorados con florones, jarrones, escudos, etc., en una profusión asombrosa del más puro arte plateresco. En cada capitel de donde arrancan los arcos, hay un busto, y en el friso, debajo de él, se lee su nombre en una cartela sostenida por angelitos.

miércoles, 18 de abril de 2012

SEPULCRO FRAY ALONSO BARRANTES M.S ZOILO




SEPULCRO FRAY ALONSO BARRANTES

En la bóveda están Teraj, Palec, Najor, Sarug y Ragau. En el muro, bajo un arco de medio punto, está el sepulcro de fray Alonso Barrantes, que fue cuatro veces abad del monasterio y general de la Orden (1613), y de fray Juan Díaz, que lo fue tres veces (hasta 1624), con unos versos en latín en alabanza de ellos, y debió de abrirse y adornarse mucho después de terminado todo el claustro, hacia 1625.

CRISTO ATADO A LA COLUMNA M.S ZOILO

CRISTO ATADO A LA COLUMNA

En el muro del primer tramo hay una pieza de excepcional valor: el interesante Cristo atado a la Columna, de 1575, obra atribuida por unos a Antonio Morante y por otros, quizás con más acierto, a Miguel de Espinosa, discípulo de Diego de Siloé. Probablemente fue la obra de examen de éste para demostrar su pericia y poder trabajar en el claustro. Está tallado a tamaño natural y en una sola pieza. Destacan la expresividad de las facciones de Cristo, lleno de majestad y serenidad, y la cuerda esculpida al aire, parcialmente deteriorada, que se cimbrea por todo su cuerpo.

POZO EN EL JARDIN DEL CLAUSTRO M.S.ZOILO

POZO EN EL JARDIN DEL CLAUSTRO.

Hacia 1580 se hicieron el pozo de piedra y la fuente del jardín, siendo abad fray Ambrosio de Nájera. Visto el claustro desde el jardín, los amplios arcos ojivales abren sus huecos sobre zócalo corrido, y entre ellos, adosados a las pilastras, hay gruesos y limpios contrafuertes prismáticos en piedra sillería terminados en pináculos flanqueados por cuatro columnitas estriadas y coronados por bolas lisas.

CLAUSTRO ALTO M. S. ZOILO CARRIÓN

CLAUSTRO ALTO . Una sólida escalera dirige al claustro alto, acristalado, con columnas corintias, arcos de medio punto, bustos de santos en los capiteles y otros caprichos. En las paredes de estas galerías se hallan las habitaciones que fueron de los monjes. En 1584 el abad Antonio Perroto encargó a Domingo Redondo la construcción del claustro alto, que empezó por las habitaciones orientales y siguió por el relicario y la biblioteca hasta 1596. Es de poca altura, imitando al arte corintio y es mucho más sencillo que el claustro bajo, aunque no por ello carece de valor artístico. Por cada arco ojival del claustro bajo hay un par de ventanales flanqueado por pilastras empotradas y una columna central exenta con bellos capiteles. En las enjutas, al exterior, sobre cada capitel central, excepto en los que hacen esquina, hay sendos medallones con bustos bien tallados pero fríos e inexpresivos: en el lienzo meridional, el conde don Gómez, la condesa doña Teresa y don Pelayo Gómez; en el occidental, San Félix, San Benito y San Leandro; en el septentrional, San Ildefonso, San Zoilo y San Agapio; y en el oriental, Fernán Gómez, San Juan Bautista y Diego Gómez. Entre 1601 y 1604, siendo abad fray Alonso Barrantes, se terminó el claustro alto bajo la dirección del arquitecto palentino Pedro de Torres y con la colaboración del escultor también palentino Juan de Bobadilla. En la esquina del nordeste, en la unión de ambos claustros, hay una inscripción que dice: Comenzóse este claustro á 7 de Marzo de 1537 en esta esquina, y acabóse en ella á 27 de Marzo de 1604. El claustro alto no está abierto al público.
A mediados del siglo XX se acometieron diversas obras para rehacer los muros de los antepechos de los lados meridional y oriental, retocar los arranques de las ojivas, consolidar la parte baja del claustro y pintar la carpintería de la parte alta,
y también para rehacer las limas de la cubierta (cuya madera se había roto y hundido), reparar los canalones y bajadas de desagüe y reparar la cantería del lado meridional del claustro bajo,
En los últimos años del siglo XX se restauraron las cubiertas del claustro .