Hacia 1580 se hicieron el pozo de piedra y la fuente del jardín, siendo abad
fray Ambrosio de Nájera. Visto el claustro desde el jardín, los amplios arcos
ojivales abren sus huecos sobre zócalo corrido, y entre ellos, adosados a las
pilastras, hay gruesos y limpios contrafuertes prismáticos en piedra sillería
terminados en pináculos flanqueados por cuatro columnitas estriadas y coronados
por bolas lisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario