viernes, 9 de marzo de 2012

FACHADA PRINCIPAL IGLESIA SANTIAGO (CARRIÓN)


En el centro de la población, al este de la plaza Mayor, al principio de la calle de la Rúa, está situado este templo, cuya antigüedad se remonta a mediados del s.XII. De esta época sólo subsiste el muro circundante, los tres ábsides circulares de la cabecera, que antiguamente eran más altos, y su maravillosa fachada, de hacia 1160. Se supone que su planta era de tres naves y crucero alineado. En el s.XV se hundieron las tres naves románicas y en el s.XVI se reconstruyó con una única nave central y capillas laterales cubiertas por un artesonado de madera que iba de arcada en arcada y daba gran altura al interior; también en el s.XVI se perforó la piedra del ábisde de la Epístola para alargarlo y construir la sacristía, y se sospecha que había otra puerta que daba a la casa del cura, que estaba detrás.
La sencilla puerta inferior está enmarcada en una arquivolta que descansa sobre una columna a cada lado. Éstas llevan en sus fustes estrías oblicuas sembradas de florones en los intermedios que culminan en ángeles a manera de cariátides en bajo relieve. Las imágenes de los capiteles representan las virtudes (capitel de la izquierda) y la condenación (capitel de la derecha) del alma. En el primero se ve un león con las fauces abiertas (el Demonio) intentando alcanzar el alma de un justo, protegido por dos ángeles que ahuyentan al león mientras un tercero tira de él por el pelo.
La arquivolta, con un león en cada extremo, está compuesta por otras veintidós figuras que representan los oficios medievales de Carrión, los gremios o entidades sociales que tanta importancia tuvieron en la Edad Media, y no los ancianos del Apocalipsis, como equivocadamente se afirma (que, además, son veinticuatro). Aunque algunos son difíciles de comprender por su rudeza y su deterioro, de izquierda a derecha son: hombre barbado con gorro, joven que golpea una cinta sobre el yunque, hombre con un recipiente (¿alquimista?), zapatero cortando cuero, ceramista o acuñador de monedas, fundidor o herrero, artesano del metal, personaje que levanta su mano derecha sobre el hombro contrario llevando una máscara (¿juglar?), soplador de herrería (que curiosamente parece judío por el gorro que lleva y por los cabellos rizados que le caen sobre la cara), escribano o copista, monje lector, arpista, juez mesándose la barba, zapatero, cerrajero, herrero trabajando en el yunque, dos luchadores enfrentados, plañidera, vihuelista, danzarina contorsionista y sastre. La figura del acuñador de monedas constituye la primera representación de una ceca (casa de moneda) medieval, algo único en el mundo; en Francia hay ejemplos sueltos, pero son muy posteriores (Carmen Alfaro Ansins, Museo Arqueológico Nacional; III Ciclo de Conferencias del Museo de Palencia, octubre de 2000

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